domingo, 16 de marzo de 2014

Tarde de OLES y detalles toreros.

Ayer se vivió una gran tarde de toreo, pureza y detalles de torería. 
El primer toro mejor ni hablemos, flojo por estado de gracia, sin casta ni raza ni clase ni nada. Fue devuelto y salió el primer sobrero. Más de lo mismo pero no tan exagerado. Finito tenía ganas, muchas, de hacer disfrutar de su toreo. Pero claro, fue imposible llegar a enlazar una buena faena, simplemente dibujó retazos de muletazos y remates muy suyos, muy finos. 
En el segundo de su lote consiguió llevar al público de la mano, faena de menos a más, planteada de forma muy inteligente consiguió administrar bien a un toro manso pero con nobleza y llevar al aficionado a clamar la oreja, que paseó con mucho gusto. 

El segundo toro de la tarde, el primero del lote de Morante, podemos decir que fue el segundo mejor de la tarde, Jose Antonio toreó a la Verónica como solo el sabe hacer, con pausa, lijando el pecho con el mentón, con cadencia torera. Levantó la tarde, el gentío se animaba sobremanera, con la muleta no consiguió rematar el faenon de capote, pero fue emocionante verle torear así. Oreja. 
En su segundo toro no tuvo suerte y tuvo enfrente un toro que cabeceaba al que intentó arrancarle la oreja pero nada, se le vio muy dispuesto, con muchas ganas, estoy seguro que termina la faena el miercoles 19. Ovación. 

Por último, el triunfador de la tarde, Manzanares quien toreó con sumo temple al primero de su lote y al mejor de la tarde. Es capaz de parar la embestida del toro y hacer facil lo que realmente es dificil, os guste o no, hay que reconocer su concepto. Consiguió hacer de la plaza de toros de valencia una orquesta que al unísono desgarraban sus gargantas a base de OLES y OLES y mas OLES. Se me puso la piel de gallina de ver la plaza así de entregada. 
En el segundo de su lote no pudo rematar la tarde, se rompió la pata, se lamentó tremendamente pero fue a por la espada de matar para terminar la faena. Seguro que el 19 veremos una gran tarde, pues Morante y Manzanares se han quedado con ganas, con un sabor agridulce en su paladar. 

Al igual que dije que Adolfo no se merecía volver el año que viene, digo lo mismo con Juan Pedro Domecq. Sería una falta de respeto al aficionado. 

Javier Comos


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