FICHA
Las Ventas (Madrid) domingo 30 de marzo de 2014, menos de un cuarto de plaza. Novillos de Jose Luis Pereda - La Dehesilla, desiguales de presencia y caras, aunque bien rematados. Aunque faltos de casta, mejor primero y segundo, los demás, descastados y mansos.
Jesús Fernández, palmas y leves palmas tras aviso.
Juan Ortega, silencio tras dos avisos y leves palmas.
Tomás Campos, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.
CRÓNICA:
Comenzó la tarde con un minuto de silencio por el cirujano Don Enrique Alcorta, tantos años perteneciendo al equipo médico de Las Ventas. Si todos los minutos de silencio tienen de especial que durante los 60 segundos se proyectan en las mentes imágenes de la persona fallecida, cuando lo hace un médico taurino, lo que se se vienen a la mente son las vidas salvadas por sus manos, por eso, Descanse en Paz Don Enrique Alcorta.
Tras la emoción, se volvió a la realidad. Esa que sigue siento la prácticamente nula inversión de Taurodelta en publicidad y promoción de los festejos dominicales. La buena iniciativa de la bajada de precios de las entradas acompañada del regalo a los niños menores de 14 años, ni tiene eco más allá de los aficionados, y no todos. Si no se apuesta por ello, nos seguiremos encontrando a los mismos de siempre: jubilados sexagenarios, banderilleros retirados, algún turista, prensa, familiares (y/o peñas) de los toreros, y el gran abonado de Madrid, Don granito.
Los novillos de Jose Luis Pereda adolecieron de casta. Tan solo los dos primeros tuvieron posibilidades por el pìtón izquierdo, siendo mejor el primero, ya que el segundo tuvo el inconveniente de un punto de genio que no le hizo confiarse en demasía, protestando al final de cada lance. Lo demás ruina ganadera, una buena pelea en varas del tercero, y nada más.
Jesús Fernandez, veterano novillero que es un asiduo cada temporada venteña, tardó en coger el aire al primer novillo, el mejor de la tarde. Las ganas, suponemos, hacen que los novilleros no planteen las faenas. Era un novillo que pedía tiempos entre tanda y tanda, y que éstas fueran cortas. Pero el catalán se empeñó en sacar faena deprisa, y por el derecho, cuando el novillo donde tenía embestidas de calidad y humilladas era por el izquierdo. Así, llegó tarde aunque dejó muletazos profundos y de buen aire al natural. Fernandez se "abandonó" tanto en algunos, que quedó a merced saliendo prendido hasta en dos ocasiones. Una le caló y pasó a la enfermería siendo tratado de una cornada de 10 cm. en la en cara interna tercio inferior de muslo.
No le impidió continuar la lidia y en el cuarto mostró una versión que agradó. Más centrado y firme intentó enganchar las pocas embestidas del descastado y geniudo animal, terminando entre los pitones. Mal con los aceros, como sus compañeros.
Juan Ortega topó con el otro con posibilidades del festejo, el segundo. Pelea de bravo en el primer encuentro con el picador, empujando con los riñones con fuerza y buen estilo, se desplazó en la muleta del sevillano quien comenzó, erróneamente a mi juicio, sin ahormar las embestidas y por alto. Ortega dejó una buena impresión porque siempre intentó torear dando el medio pecho y cargando la suerte, mejor al natural, pero faltó ceñimiento. El novillo aunque se movió, lo hizo a su aire, faltó mando, por lo que las buenas maneras de Ortega, se afeaban por algún enganchón. Aun así, dejó detalles por el pitón izquierdo con temple y alguno con cierta cadencia.
El quinto, un novillo feo y altote, fue descastadisimo. No tuvo ni una arrancada con opciones y el sevillano solo pudo justificarte, haciendo gala del mal uso de la espada, como toda la tarde.
El extremeño Tomás Campos anda en torero por la plaza. Tiene ese corte que hace que se le espere. Ayer no tuvo suerte con su lote. Topó con dos mansos de solemnidad. El tercero, inteligente Campos por haber visto la reacción de los dos anteriores, que como hemos dicho, tuvieron cierta calidad pero les faltó fuelle, lo dejó crudo en el caballo al que acudió con alegría pero sin entrega. Comenzó por alto la faena de muleta, con un ayudado por alto de los que se quedan en la retina, y a partir de ahí solo pudo dejar voluntad el extremeño, ya que el novillo, manso, solo aguantaba dos pases y se marchaba a tablas. Cuando se quedó, dejó una tanda corta con cierto son en redondo.
El Sexto, feo de cara y agalgado, fue protestado por la "aparente" falta de fuerzas, Digo aparente porque no fue tal. En un lance de recibo con el capote de Campos, el novillo saltó y al caer se hizo daño en la mano derecha. Esto le hizo no estar cómodo y perder las manos en más de una ocasión. Aun así, la falta de casta le hizo defenderse, y esa lesión, la acusó durante toda la faena, embistiendo, (mejor topando), de fea manera por lo que Tomás Campos, se quedó sin opciones.
Las Ventas, menos de un cuarto de plaza. Novillos de Jose Luis Pereda - La Dehesilla, desiguales de presencia y caras, aunque bien rematados. Aunque faltos de casta, mejor primero y segundo, los demás, descastados y mansos.
Jesús Fernández, palmas y leves palmas tras aviso.
Juan Ortega, silencio tras dos avisos y leves palmas.
Tomás Campos, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.
Parte médico de Jesús Fernández: Herida por asta de toro en cara interna tercio inferior de muslo derecho de 10 cms. Pronóstico leve salvo complicaciones, que no le impide continuar la lidia. Fdo: Dr García Padros.
José Vega.
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