miércoles, 3 de julio de 2013

Entrevista a Concha y Sierra

P: Para llegar a ser un buen ganadero se necesita muchísimo sacrificio, como se demuestra cada año en el campo bravo, pero, ¿realmente se ve recompensado tanto sacrificio en los ruedos?
R: El sacrificio es intrínseco a cualquier actividad que desarrollemos, si bien, el que precisa una ganadería de Lidia puede exceder de la normalidad por varios motivos. El principal alimento del ganadero de Lidia es la afición unida o ligada a la vocación, de lo contrario serias gestor de una ganadería de Lidia, pero nunca ganadero como tal,son dos conceptos muy diferentes. El verdadero ganadero demuestra pasión en lo que hace, objetivos concretos y bien definidos, teniendo como fundamento primordial el animal y sus necesidades para lograr los fines que se marcó. Todo esto necesita una dedicación plena y pensar en todo momento como lograr el fruto de su trabajo, además de precisar un entendimiento con el medio que le rodea, la naturaleza más próximo y aplicarse en el conocimiento de la misma, puesto que todo el entorno del Toro de Lidia es fundamental conocerlo en profundidad para mejorar los rendimientos de la ganadería. Lo contrario es un simple gestor de una actividad.

P: ¿Qué vio motivada la venta de la mítica ganadería a un empresario francés?
R: El principal motivo es que hubo un interesado en comprarla. Esto puede parecer una perogrullada, pero es esencial en la ecuación, se precisa de alguien que quiera comprarla, que esté interesado en ello y entonces se demuestra que lo que has hecho con tu trabajo tiene repercusión, y la tiene positiva.
Fue fácil la decisión, aunque no lo fue tanto las reflexiones posteriores, puesto que desprenderse de algo, aún siendo material puramente, a lo que dedicaste intensamente 20 años de tu vida, entenderemos que no resulta fácil. Pero en esta vida hay que intentar mantener la cabeza sobre los hombros y casualmente apareció Jean Luc, el cual venía revestido del mismo interés que en el año 93 tuvimos nosotros cuando adquirimos CS. Es cierto y patente que la travesía por el desierto la hicimos nosotros, puesto que a Francia viajó una ganadería en muy buenas condiciones para el éxito, bien distinto que como llegó a mis manos. Ahora Francia puede competir con España en este aspecto, en mi modesta opinión, posee la más bella de las ganaderías y la más exclusiva del mundo. Me alegro por ellos y me apena por los aficionados españoles que durante todos estos años me brindaron su apoyo, pierden la oportunidad de conservar algo tan único en el mundo como esta ganadería. Yo me he sentido un privilegiado, y por ello solo puedo agradecido a quienes me dieron la oportunidad, mis padres. Esta experiencia es casi imposible de repetirse, los aprendizajes, las relaciones, la cultura y el conocimiento que te puede aportar una ganadería como CS es diferente, ni mejor ni peor que las demás, pero distinto.

P: ¿Qué opina de la diversidad de encastes?
R:  La variedad está presente en todo lo que nos rodea, ir en contra es antinatural, si bien siempre se pretende ir en ese sentido por parte de este sector: "si algo funciona, para que potenciar cualquier otra cosa.", semejante burrada se ha llegado a decir por alguno de los considerados (artificialmente pienso yo) mejores ganaderos de la historia recientísima de la tauromaquia. Los orígenes hay que mantenerlos presentes y bien cuidados, porque tenemos que llegar a ellos una y otra vez a lo largo de nuestra vida. En este sentido, cualquier manipulación para implantar un monocolor es un acto de autoritarismo, lo cual va inherentemente en contra del interés y de la pervivencia de la tauromaquia.

P: ¿Cuál es su prototipo de toro BRAVO?
R: La definición se puede adjetivar:
Un Toro de Lidia bravo debería ser: (aquí entra la visión particular de cada ganadero)
Encastado, con suficiente fuerza para administrarla, morfológicamente diseñado para facilitar la embestida y noble (intrínseco al carácter de bravura). Estas entiendo yo que deben ser las condiciones absolutamente irrenunciables para un toro bravo.
Después podemos definir un poco más el concepto. El toro bravo debe desplazase con facilidad, debe galopar, ser pronto al cite, crecerse ante el castigo, tener fijeza, humillar, ser codicioso en su embestida, y hasta fiero o agresivo, que no pegajoso ni violento.


P: ¿Qué momento cree que atraviesa la fiesta?
R: Delicado, aún extrayéndonos de la situación de crisis generalizada que sufrimos en España. Ha sido tradicional en alejamiento de la Fiesta, o de quienes manejan esto a modo de monopolio, por intereses personales. Siempre ha predominado el corto plazo al largo, trayendo unas consecuencias difíciles de afrontar y que se traducen en las consecuencias que los aficionados observamos. Pero casi todo tiene solución y creo que se están dando pasos en ese sentido de la mano de los ganaderos, tenemos una perspectiva que es diferente a la de los toreros y por supuesto a los empresarios taurinos, nuestras razones son mucho más cercanas o casi las mismas que las del aficionado, que son quienes mantenemos esta maravillosa actividad.



Muchas gracias a Jose Luis por responder a las preguntas.

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